Gaviota
Días y flores en medio del mar, donde muchos sueños se hicieron realidad, llegas como gaviota a mi sonrisa, que anuncia siempre la llegada de un nuevo sueño, donde confirmas que la esperanza no se acaba. No te conocí en los muchos veranos de mi vida, en los cuales, con toda la certeza del amor que guarda mi corazón, supe que te encontraría, aun si ver tu aletear, sin ver tu baile en el cielo de mis esperanzas. Eres la gaviota que me robado una sonrisa y que ahora puedo saber, que siempre te espere, y espero que pase rápidamente los meses para volverte a encontrar gaviota del alma mía.
Encontraste gaviota en el mar una flor de anhelos, rara especie que se convierte en mis manos una suave caricia de fuego, que haces saltar mi vida, de tal intensidad que no encuentro respuesta a tan bello detalle gaviota, ahora como podré pagar la dicha de tu visita, te ofrezco mis palabras, mis alegrías, mis sueños, mi pasión por la vida, toda mi existencia para poder hacer de los días la expresión de un eterno verano. Vengo pidiendo al cielo, que en cada amanecer pueda encontrarte al tocar el mar con mi corazón.
Me prenderé de tus alturas, buscándote en el cielo, pidiendo a la vida tu llegada, para que adornes mi jardín. Quien fuera gaviota tu conquistador de alegrías, quien fuera tu sonrisa en tiempos difíciles, quien fuera tu amigo en el sendero, quien fuera un abrazo ahora que estas lejos, déjame en la distancia ser parte de tu constelación, de saber que en los miles de kilómetros de distancia, encuentro un ser divino que leyó mis palabras. Gracias a la vida por cruzarte en mi vida, gaviota del alma mía
Encontraste gaviota en el mar una flor de anhelos, rara especie que se convierte en mis manos una suave caricia de fuego, que haces saltar mi vida, de tal intensidad que no encuentro respuesta a tan bello detalle gaviota, ahora como podré pagar la dicha de tu visita, te ofrezco mis palabras, mis alegrías, mis sueños, mi pasión por la vida, toda mi existencia para poder hacer de los días la expresión de un eterno verano. Vengo pidiendo al cielo, que en cada amanecer pueda encontrarte al tocar el mar con mi corazón.
Me prenderé de tus alturas, buscándote en el cielo, pidiendo a la vida tu llegada, para que adornes mi jardín. Quien fuera gaviota tu conquistador de alegrías, quien fuera tu sonrisa en tiempos difíciles, quien fuera tu amigo en el sendero, quien fuera un abrazo ahora que estas lejos, déjame en la distancia ser parte de tu constelación, de saber que en los miles de kilómetros de distancia, encuentro un ser divino que leyó mis palabras. Gracias a la vida por cruzarte en mi vida, gaviota del alma mía
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