Despertando en domingo


En una noche de bohemia que termino al despertar el sol en domingo, encontré muchas razones para sonreír y en esas sonrisas amistades nuevas que ahora compartirán parte de mi vida, no pensaba pasar un fin de semana sobrio, sin una gota de alcohol, eso si, no pude dejar de fumar y tener a mi lado una lata de red bull, bien helada, con los abrazos de desconocidos agradeciendo el no se que cosa, pero igual se siente bien, claro todos ellos ebrios, la noche aun sigue su ritmo, la música hace que griten mas fuerte para ser escuchados.


Y todos ríen, muchos por bromas del pasado o por sentirse bien en medio de su círculo de amigos. Llegas buscando con tu mirada mi presencia, siento acelerado mi corazón, cada vez estas más cerca y sin duda eres tú, llegas y no tienes el miedo de abrazarme y comprender que por fin estamos juntos, pero ese mismo miedo, expresa que tienes que irte, entiende el dolor será más fuerte si nos quedamos juntos. Por eso, vamos adelante, gracias por el abrazo y sigamos, luchemos por ser felices en otros rumbos, quizás con el tiempo podamos volver a encontrarnos.


La vida se volvió complicada, entre los dos, apareciste llenaste mi vida, caminamos pero es tiempo de separarnos, ver los atardeceres en diferentes puntos, no sentarnos más a la orilla del mar. Cambiaremos de amigos, buscaremos nuevos bares, y sitios donde pasar la noche, encontraremos nuevos formas de expresar la vida y sentirnos realizados y contentos mutuamente. Pero siempre, debes en cuando volveremos al mirada atrás y pensaremos en el uno y el otro.

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