Esperando....

Esperare tu llamada, con la necesidad de una flor marchita, que anhela recibir esa fuente de vida, que, ha pasado por la desolación del olvido, que ha luchado por sobrevivir en el tiempo de sequía, guardando fuerzas para resistir el otoño invernal, sueño con la estación en la que vendrás a visitarme y con tu llegada la serenidad y es esplendor rodeara mi vida, serás el renuevo de mi sequedad, la suavidad en mis días áridos, la fecundidad en mi infertilidad. Pero es el miedo de saber si después de esta temporada, volverás, o solo quedare en el sueño en mi mente, con el corazón en medio del desierto, latiendo por un anhelo que no llegara, por saber que te has ido, que no volverás, son pensamientos que inundan mi vida de esa soledad, que no te deja libre, sino se apodera suavemente de tu existir, pero es en medio de todo ello que mi vida, comienza a latir, con suavidad y intensidad, y comienza a anhelarte más, a esperarte más, a saber que no debo desfallecer en mi camino. Vamos haciendo la lucha, con el día a día, pero a veces te cansas, necesitas la mirada, el aliento, un abrazo. Te necesito debes en cuando, cuando no te lo pida.


Me colare en medio de tus pensamientos, reiré cuando no te des cuenta, sufriré cuando este alegre, dormiré cuando este despierto, hare todo aquello que no podía hacer cuando estaba vivo, pero sin duda alguna hare de muchas cosas algo, que mi vida pueda entenderlo y saber que eso, es lo que me llena, como el amarte cada día. Contare días, tardes, donde esperare tu llegada, quizás muchas cosas dentro de mi, me digan, que no llegaras, que te arrepentirás en el camino, pero otra parte de mi, la mas grande, dice que sí, confía, cree y espera con devoción. Aunque tu no vengas, aunque me hayas olvidado, siempre una parte de mi vida, te esperara, aunque este por otro rumbo en la vida, emprendiendo u largo viaje, donde no me alcances, pero con el anhelo que llegues donde este yo. No se, que podré hacer, o que dejare de construir para no poder, ser mas libre de lo que ya soy, esclavizándome por libertad al anhelo de tu espera.

Donde no existe el sol, he de vivir, donde la luna no me abrigue, descansare en medio de la lluvia que no hace florecer nada, seré puntual cuando caigan lagrimas secas y desempolvare sueños olvidados para que me hagan compañía. Siempre estaré, aunque no este, siempre te mirare aunque no desees mirarme más. No se que espero, tan solo, no puedo pensar en el mañana, quizás puedan hacerse realidad todo lo que anhelo, pero también puedan quedar en solo anhelos, el tiempo será quien forje lo que ando pensando. Pero, si deseo, estar ahí, cuando tú estés.