Una noche


Compañera hemos vivido en tiempos difíciles, alejados de la posibilidad de poder tenernos en brazos, mil miedos se apoderaron de nuestras palabras, nuestras malas costumbres pudieron más que el amor que nos profesamos en la serenata de nuestra fe. Pasaron días aburridos por la rutina que formamos con la creencia que sería el camino a la vejez, soñamos pensando en el otro más no en nosotros. No encontramos la forma de unir nuestros miedos a la soledad, las estrellas dejaron de brillar cuando cerramos los ojos, en la noche, se durmió la esperanza del mañana, no es fácil sabes, pensar en este momento las circunstancias que vivimos, ahora tu frente a tus recuerdos, yo a la orilla de la locura de perderte. No puedo racionalizar como antes, no puedo encontrar la respuesta a aquello que ahora nos está alejando, desafiamos el camino que hemos formado, perdimos el rumbo, no hemos dejado rastro, para poder volver a los que nos unió.

El dolor hace los estragos a los rezagos de este amor, que ha dejado de ser el corazón que iluminaba con intensidad nuestros días, pudimos hacer más que esto, pero no quisimos esforzamos, creíamos que con lo que ya hicimos bastaría, nos dormimos en los astros absurdos del creer suficiente. No es tan sencillo, aun el miedo de mis manos muestran los pecados que cometí en los días de gloria, la furia de este mundo en mi pecho, no deja espacio para verte de otra manera diferente. Me miras con la ternura de toda una vida, una lagrima adorna tu rostro, y mientes al decir que todo está bien, porque ya tienes las maletas listas en la puerta. Ay mujer, despertaste y ya no te reconocí, me besaste como si fuera un desconocido, llenaste de amor mis labios como si fuera la despedida, siguen adornando lagrimas tus mejillas, sabes que tienes que partir, pero los recuerdos no te dejan.

Tanto que sentir, decir, caminar, se han ahogado ya en el pasado, al borde de esta despedida, recojo lo que deje en esta habitación, el abismo comenzó a dar paso al olvido, dejo de iluminar el amor, es gris esta despedida, oscura la sonrisa, el miedo se apodera, no soy capaz de verte a los ojos, veo caer tus lágrimas, abrazas mi cuerpo inerte, se ha descompuesto todo lo amado, pero una sonrisa de esperanza por nuestra felicidad en caminos distintos se abre paso. Nos deseamos lo mejor cerramos la puerta y ahora somos dos caminos distintos.

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